Como autora de "Los Pequederechos", he diseñado este método con el fin de dar a conocer los Derechos y Deberes del niño/a. Por ello, debe ir siempre de la mano de la educación en valores, la igualdad, la solidaridad... y por supuesto la educación emocional. Un alumno/a que reconoce sus emociones, que identifica sus sentimientos, que los afronta, los moldea e intenta llegar a un estado de autocontrol, por lo general, es un niño/a feliz.
El "Monstruo de Colores" es un cuento que mucho de vosotros conocéis. Su autora es Anna Llenas y nos narra la historia de un simpático monstruo que tiene sus emociones algo confusa. Una niña le ayuda a clasificarlas, para así, identificar unas de otras: miedo, alegría, tristeza, calma...
En esta ocasión, me he tomado la libertad de unirlos, para trabajar las emociones con mis alumnos/as de 3 años, del colegio E. I. "El Faro" (Algeciras) con la finalidad de trabajar un Pequederecho:
"EL DERECHO A NO TENER MIEDO"
¡¡NUESTRAS EMOCIONES!!
Por la edad, lo oriento a conocer nuestras propias emociones, si las identifico seré capaz de controlarla: superando miedos e incertidumbres, manifestando alegría, comprendiendo el enfado o la tristeza y llegando al estado de calma cuando sea necesario.
En la clase, indispensable crear nuestro Rincón de la calma. El objetivo, tener un espacio en el aula, para el recogimiento, la tranquilidad y la meditación. Por ello, nos pusimos manos a la obra.
La mejor forma que he considerado de llevarlo a cabo, ha sido realizar un taller con las familias de mis alumnos/as. El taller ha constado de las siguientes partes:
- Sorpresa en la alfombra. Sentados en círculo vemos lo que nuestra amiga el hada de Los "Pequederechos" nos ha dejado en el baúl mágico. ¡Gran expectación! Dentro había: un cuento, un peluche del Monstruo verde y un dado de emociones.
- Narración del cuento "Monstruo de colores". ¡Todos estaban atentos!
- Clasificamos nuestras emociones: Cada uno/a escoge el que desea y lo mete en un bote.
- Creamos nuestras botellas sensoriales: Jabón transparente y distintos materiales (lentejuelas, letras de plástico, purpurina...) darán lugar a una botella que transmita tranquilidad. Hacemos tres, una por cada equipo.
- Coloreamos nuestro Monstruo verde. ¡Para llevárnoslo a casa de recuerdo! y pintamos uno grande para la decoración del rincón, con este gran mural para el "Rincón de la Calma".
- Asamblea de reflexión. Sentados en círculo hablamos de la funcionalidad de nuestro rincón. La importancia de volcar el enfado o la angustia en un abrazo a nuestro "Monstruo verde" y la tranquilidad que encontramos al observar las botellas sensoriales. ¡A todos les encanta!
- Juegos con los dados emocionales y fin de la actividad: dramatizamos las que salen en el dado, cada una de las seis emociones. Y cómo no, ¡hacemos unos minutos de meditación!
El taller emocional ha sido una experiencia super gratificante. Se respiraba una paz y tranquilidad que era de llamar la atención. Os lo recomiendo para que lo llevéis a cabo en vuestras aulas sin lugar a duda. Es tal el ambiente de calma que se crea, que todo ocurre en cámara lenta, como si todo se disfrutara más. ¡La combinación de Los "Pequederechos" y el "Monstruo de Colores" ha sido todo un éxito!
Son de esos talleres que te quedan marcados
en el recuerdo por la sensación
tan agradable que dejan una vez finalizado.
El proyecto sigue su camino, seguiremos viviendo más aventuras, si quieres conocer más sobre este bonito proyecto, no te pierdas las entradas de mi blog sobre "Los Pequederechos". (Pincha encima del enlace)